viernes, abril 25, 2008
Semana 23 o estamos a solo 17 semanas de tenerla entre nosotros
A estas alturas ya se diferencian perfectamente sus órganos sexuales, aunque si mi bebé fuese niño, sus testículos todavía no han descendido del escroto, y no podrín apreciarse con claridad. También tiene ya un proyecto de dientes; los brotes dentales que han ido apareciendo segregan el marfil que necesitarán luego sus futuras piezas de leche. Las células nerviosas (o neuronas) están ya definitivamente formadas, y durante esta semana lo que empezará a completarse será la conexión entre ellas, indispensable para poder conducir los influjos nerviosos, es decir, los mensajes mandados por el cerebro. En unos días, si le realizaran un electroencefalograma se parecería al de un bebé.
Sus vasos sanguíneos, los capilares, empezarán a hacer su aparición debajo de la piel. Y a medida que la sangre llene estos nuevos vasos, proporcionarán a su piel un delicado color sonrosado, porque la sangre de sus capilares será visible.
Gradualmente sus uñas de las manos y de los pies serán más largas. Crecerán desde los lechos ungueales y empezarán a cubrir toda la cada dorsal de la última falange de sus dedos.
Durante estos días, se desarrollarán en sus pulmones los vasos sanguíneos. Después de nacer, estos vasos permitirán que la sangre fluya a través de sus pulmones para el intercambio de oxígeno, que será transportado hasta todos los tejidos de su cuerpo.
También empezarán a abrirse las ventanas nasales del pequeño (que hasta ahora habían estado obstruidas).
Ya tiene unos 28 a 30 cm de estatura y su peso aún ronda por los 560 gr.
Cambios que notaré
A causa del importante trabajo y la cantidad de sangre que deben filtrar, mis riñones aumentan de tamaño y pueden llegar a ocasionarte molestias. Beber mucho agua para poder ayudar a mis riñones y evitar así, posibles infecciones.
De vez en cuando podré percibir una sensación de hormigueo en mis manos y en los pies, aún no se conoce su causa, pero podré aliviarla cambiando con frecuencia de posición.
Probablemente seguiré experimentando indigestión, ardor de estómago, hinchazón abdominal y gases de vez en cuando. Estos problemas serán muy frecuentes debido a la relajación de los músculos bajo la influencia de las hormonas del embarazo. Será necesario que continúe tomando alimentos fáciles de digerir.
El edema de los tobillos y los pies será frecuente y previsible; elevar mis piernas siempre que me sea posible, es muy importante descansar.
Continuar con las medidas preventivas de las infecciones urinarias bebiendo líquidos en abundancia, como el agua y zumos ricos en vitamina C; pero evitar la cafeína. Orina siempre que tenga necesidad de hacerlo, minimiza el estrés y sigue unas pautas de higiene adecuadas (en mi ducha diaria).
Tener cuidado con la hemorroides, bebe líquidos en abundancia, consume frutas, verduras y hortalizas frescas (fibra).
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