“Duérmete mi niño.

Duérmete mi sol.

Duérmete pedazo de mi corazón…”

¿Debería saber algunas más para cuando te tenga en mis brazos?

Pero ¿por qué pienso eso cuando todavía falta tanto?

Debe ser el haber soñado ese momento.

De solo pensar ese día,

ese instante,

me sale esa tonta sonrisa

con los ojos brillosos.

Me toco la panza pensando en el futuro,

en cómo seré como madre,

si podré darte todo lo que necesitas,

en verte correr como tu primo,

en el momento que me digas mamá,

en el día que me preguntes

¿ezo qué ez?

En ese abrazo…

Debe ser miedo,

mezcla con amor,

miedo a fracasar,

porque no me lo perdonaría,

tenerte y no saber que hacer.

¿Es normal qué piense eso?

Sí, supongo.

Creo que tan chiquito

adentro mío, bebé,

ya te estoy amando.

“Mamá dejá de llorar”

Asi es tu madre,

armando el nido

junto a tu papá,

pensando en el futuro,

tratando de que no te falte lo primordial,

amor, salud,

bienestar

para que estés tranquilito.

Bebé,

es hora de dormir,

besito

y hasta mañana.

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