Su cabeza se ha enderezado, ya que su cuello se fortalece. Su cara tiene ya un aspecto más humano, porque sus ojos, que estaban a los lados se han juntado. Aparecerán también los primeros signos de depósito de calcio en los huesos de su cara y podrá apreciarse también su mandíbula. Los dedos de sus manos y sus pies están definidos, pero unidos aún por un cartílago. El pequeño se mueve constantemente para ejercitar sus músculos que le servirán para respirar, pero aún no lo notarás. Para este momento su cerebro tiene ya la misma estructura que tendrá al nacer, pero todavía no ha alcanzado el tamaño máximo.
Durante esta semana la glándula tiroides, el páncreas y la vesícula biliar completarán su desarrollo. En los días siguientes se habrá formado por completo la parte ósea, dura de su paladar, esta parte ósea y dura, separará la boca de su nariz y le permitirá comer y respirar simultáneamente.
Los músculos de las paredes del tubo digestivo de tu bebé llegarán a ser funcionales a fin de que pueda empezar a hacer prácticas de los movimientos necesarios para conducir los alimentos de una parte a otra del tubo digestivo. Al término de esta semana, los músculos de las paredes de su tracto digestivo ya serán funcionales y empezarán a practicar las contracciones (movimientos peristálicos que contribuyen al descenso del bolo alimenticio por el tubo digestivo) que efectuarán cuando llegue el momento de digerir sus alimentos.
Su ritmo de crecimiento se ha hecho más lento. Habrá doblado su peso en la última semana hasta pesar 13 g. Y su longitud se habrá incrementado hasta medir aproximadamente 50-60 mm.
Cambios que notaré
Al igual que los dos meses procedentes seguiré sintiéndome más cansada de lo habitual. Será preciso que escuche los mensajes de mi cuerpo y modifique mis horarios para que pueda descansar todo lo necesario. Probablemente ahora habré aumentado unos 900 – 1,800 g.
Podré experimentar dolores de cabeza ocasionales que en general estarán provocados por los cambios hormonales, el mayor estrés y el aumento de la congestión de los senos nasales. Las secreciones vaginales también se deberán a los cambios hormonales, adoptarán un color blanquecino y en ocasiones serán muy abundantes durante el embarazo.
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