Ahora su aspecto es mucho más agradable que antes y, aunque aún tiene una buena capa de grasa protectora debajo de la piel, está presenta en el color más rosadito. A través de la placenta, le llega tanto calcio que sus niveles de sangre superan los que hay en la mía. La beba necesita esa cantidad tan elevada para fortalecer y prolongar sus huesos, tanto a lo largo como a lo ancho, que no dejan de estar en plena formación. La gorda sigue creciendo rápidamente. Ahora pesa ya 1,900 kg y mide alrededor de 40,5 cm.
Durante los momentos del ciclo diario en que está alerta, mi pequeña mantendrá sus ojos abiertos, y los cerrará cuando duerma. En este momento sus ojos suelen ser azules, con independencia del color que tendrán al final, porque todavía no está completamente desarrollada la pigmentación que confiere el color a los ojos. En general, la formación final de la pigmentación de sus ojos necesita una exposición de varias semanas a la luz.
Además de la protección inmunitaria que le confiero a mi pequeña, ella también empezará a desarrollar una reacción inmunitaria frente a las infecciones leves.
Puesto que el volumen de líquido amniótico ha alcanzado su nivel máximo, en este momento puedo imaginarme a mi bebé descansando en las paredes del útero antes que flotando en un espacio lleno de líquido amniótico, y mi eficiente sistema renueva continuamente dicho líquido.
Si mi pequeña naciera hoy, no sólo podría pasar fácilmente de la vida intrauterina al mundo exterior, sino que también podría resistir las enfermedades.
Cambios que notaré
Durante el día, puede ser que note una continua somnolencia y durante la noche, que duerma a intervalos: caes en un sueño profundo cuando me acuesto, pero a las dos o tres horas me desvelo. En esto influyen varios factores, incluidos los psicológicos, el peso de mi vientre y el hecho de que mi bebé parece preferir las horas de la noche para estirarse.
Dentro de aproximadamente una semana, el volumen sanguíneo total habrá aumentado como anticipación al parto.
En este momento del embarazo en algunas mujeres la presión arterial puede ser muy inestable. Una disminución súbita de la misma puede provocar mareo, desvanecimientos y dolor de cabeza.
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Tengo presión inestable y no estoy embarazada... ¿Eso es vejez? ¿mimetismo? ¡Qué lo tiró! besos